
July 16, 2019
¿Qué Puedo Hacer?
Frecuentemente, cuando te enfrentas con retos sociales inmensamente abrumadores, es difícil visualizar como cualquier persona puede hacer una diferencia significativa. El alcance y la magnitud de los problemas que tenemos nos puede hacer creer que nuestros esfuerzos son muy pequeños para que tengan importancia. Esta semana que acaba de pasar, tuve dos recordatorios impactantes que no pueden estar más lejos de la realidad.
Mientras asistía a la conferencia Nacional de el Compromiso de la Familia y Comunidad (IEL, National Family and Community Engagement Conference) en Reno, Nevada, tuve una oportunidad de escuchar a Veronica Palmer, Co-fundadora y Directora Ejecutiva de RISE Colorado, hablar sobre la lecciones valiosas que ella aprendió de su abuela. La abuela de Veronica era miembro de una ganga. Ella quedo embarazada mientras estaba en la preparatoria, dejo el colegio, y dependió de la asistencia social, y vivió en una vecindad para personas de bajos ingresos. No obstante, ella entendió que la manera para salir de allí era la educación, así que obtuvo su GED, grado de bachillerato y maestría, y eventualmente se volvió una trabajadora social para la Escuela Publica de Denver. La abuela de Veronica rompió el ciclo de pobreza de su familia. Su decision para seguir su educación cambio la trayectoria para sus hijos y los hijos de su hija.
La historia de Veronica seguia resonando en mi mientras participaba en el evento de Pop Up Neighbor Through Laundry Event en el Condado de Charlotte. La Campaña de Leer para Tercero de Suncoast (Suncoast Campaign for Grade-Level Reading) se encargo de una lavandería por varias horas, ofreciendo servicios de lavandería gratis a todos los que entraban por la puerta, incluyendo libros para los niños e información de agencias compañeras locales, incluyendo nuestro socio líder, United Way of Charlotte County.
Me fije en Tasha, una mujer delgada que parecía estar en sus cincuenta años. Cuando entro a la lavandería, no traía mucha ropa para lavar. Cuando le compartimos que íbamos a lavar toda su ropa gratis, ella expreso el mismo tipo de sorpresa y alegría que los demás también expresaron. Ella también expreso alivio. Luego, Tasha nos compartió que ella había ido a la lavandería sin su ropa por que no sabia cuánto dinero le quedaba en su tarjeta de la lavandería. Ella estaba muy segura que tenia suficiente para lavar por lo menos una tanda. Mientras metía toda su ropa en la maquinas para lavar, ella me dijo que le pagaban cada dos semanas, y esta era su semana de la mitad. Ella y su esposo se enfrentaron a unos gastos inesperados, así que el dinero estaría apretado hasta el proximo cheque.
Cuando Tasha se dio cuenta de la participación de United Way en el evento, ella me dijo que ellos le habían cambiado la vida. Tasha no termino la escuela. Un embarazo a temprana edad y otras circunstancias que ella llamo “decisiones malas” le causaron que dejara de estudiar. A través de los años, ella crío a cuatro niños mientras trabajaba como mesera y bartender. Cuando tenia cincuenta años, ella empezó a reflexionar de eventualmente como serian sus años de júbilo. Ella sabia que no calificaría para mucho en el Social Security por qué sus trabajos de mesera y bartender no le habían dado un ingreso estable ni fuerte. Ahi fue cuando decidió que necesitaba hacer algo que la dejara pagar mas al sistema. Así que, a la edad de 50, a través de un programa fundado por United Way, Tasha regreso a la escuela para estudiar para su GED.
Cuando lo termino, ella se inscribió a una escuela técnica y aprendió habilidades necesarias para trabajar como una codificadora médica de facturas. Por más de cinco años, Tasha a tenido un buen trabajo trabajando para el Condado de Sarasota en la oficina del doctor. Ella reporto que este nuevo trabajo había cambiado el estándar de vivienda para ella y su esposo con otro beneficio agregado. Por qué ella exitosamente volvió a la escuela, dos de sus hijos se han inspirado hacer lo mismo. Ahora, sus nietos están creciendo en viviendas donde la educación es valorada y buscada, y que Tasha regresara a la escuela tuvo un efecto dominó que va continuar a inspirar a generaciones en su familia.
Dos mujeres que escogen volver a la escuela mejoraron sus vidas y las vidas de generaciones futuras. Entonces ¿Qué puede hacer cada persona? Cada uno de nosotros podemos hacer decisiones con orgullo y con propósito que van a tener un impacto inmediato y a largo plazo. Juntos, con cada uno siendo parte, PODEMOS hacer la diferencia.