
December 2, 2016
Juegos divertidos para que los niños practiquen la concentración y el autocontrol
Nota del editor: En esta serie, los facilitadores de La Mente en formación comparten sus experiencias dirigiendo talleres para padres, educadores, cuidadores y profesionales de la salud a través de la región de Suncoast. En mayo, The Patterson Foundation financió entrenamiento para 31 personas a través del Mind in the Making Facilitator Institute, el cual analiza funciones ejecutivas en siete habilidades esenciales de vida que ayudan a los niños a conseguir sus objetivos.
Una pregunta recurrente que nos hacían mientras lideramos los talleres de La Mente en formación fue: “¿Dónde podemos encontrar más ideas para ayudar a los niños a trabajar en estas siete habilidades esenciales de la vida?”. Nuestro grupo decidió reunirse fuera de las clases para proponer ideas sobre juegos y actividades. Después las probamos con los niños para evaluar su efectividad.
Empezamos con concentración y autocontrol, las primeras de las siete habilidades esenciales de la vida. Tomamos una idea de uno de los videos en la sesión cuando empezamos a pensar en el primer set de juegos. En el video, el investigador mostró una tarjeta a un niño con un sol y una con una luna. Cuando se le muestra el sol, el niño debería responder “día” y cuando se le muestra la luna, el niño debería responder “noche”. Después de estar jugando unas cuantas veces, el investigador cambió la regla y le dijo al niño que tenía que decir “noche” cuando se le mostraba el sol y “día” cuando se le mostraba la luna. Esto se hizo para demostrar la represión del pensamiento y trabajar la memoria, que son parte de las habilidades de las funciones ejecutivas.
Creamos tarjetas con caras felices y caras tristes y entonces le preguntamos a los niños decir lo que veían en las tarjetas. Después de hacerlo unas cuantas veces, cambiamos la regla y les dijimos que dijeran “feliz” cuando veían la cara triste y “triste” cuando veían la cara feliz. Los niños disfrutaron el juego y querían continuar jugando.
Si una actividad es atractiva y captura la atención de un niño, estarán más atentos, lo que se traduce en más tiempo empleado para fortalecer la habilidad.
Nuestro objetivo era encontrar actividades que practicaran la concentración y el autocontrol, por lo que propusimos ideas para cambiar el juego y hacerlo divertido. Por ejemplo, creamos lecciones con la temática de Navidad. Creamos tarjetas y dos cajas de regalos, una abierta y una cerrada. Después añadimos campanas y timbres para aumentar el impulso de respuesta y el factor de diversión.
Además, creamos juegos de lecciones con la temática de Acción de Gracias. Teníamos tres recipientes y un pequeño pavo de plástico. Comenzamos mostrando a un niño el pavo y cubriéndolo con el recipiente. Después, les mostramos un recipiente que estaba vacío. Movimos los recipientes como si fuese un juego de trile. Entonces le preguntamos al niño que señalara el recipiente que tenía el pavo escondido. Al final, añadimos un tercer recipiente para hacerlo más difícil.
Los niños que tienen dificultades con la concentración tienen dificultades con esta tarea porque cuando sus ojos dejan de centrarse en la actividad pierden la pista sobre dónde está el pavo. Pero porque este juego es divertido, el niño presta atención durante más tiempo y trabaja duro para mantener sus ojos y enfocarse en el recipiente con el pavo. Es una manera excelente de ayudarles a ver las consecuencias inmediatas de perder la concentración y proporcionarles con comentarios para ayudarles a fortalecer sus habilidades para mantener su concentración.