Nota del editor: Jamie Hannon es el vicedirector de la Fruitville Elementary School y facilitador de los talleres de La mente en formación, basado en el revolucionario libro de Ellen Galinsky, La mente en formación, las siete habilidades fundamentales que todo niño necesita. En mayo de 2016, la Suncoast Campaign for Grade-Level Reading organizó un Instituto para facilitadores de La mente en formación (MITM por sus siglas en inglés) para 27 individuos de 13 agencias diferentes en los condados de Manatee y Sarasota. Desde entonces, estos facilitadores han estado presentando Módulos de entrenamiento de las Siete habilidades fundamentales a más de 375 personas a lo largo de la región de Suncoast. Debido a la demanda, un segundo Instituto de facilitadores de La mente en formación tuvo lugar en febrero de 2017, incrementando el número de facilitadores locales a 50.
Como facilitador de una cohorte de La mente en formación principiante, no sabía qué esperar. Al principio tuvimos dificultades para encontrar participantes, pero una vez cambiamos la ubicación a Fruitville Elementary, el curso se llenó rápidamente. Fuimos muy afortunados de tener un grupo diverso de educadores, padres y miembros de la comunidad. La cohorte de La mente en formación es una oportunidad de aprendizaje facilitado que enseña a adultos cómo ayudar a niños a desarrollar las siete habilidades fundamentales de la vida: enfoque y autocontrol, tener perspectiva, comunicarse, hacer conexiones, pensamiento crítico, buscar retos e involucrarse en el aprendizaje independiente.
Descubrimos rápidamente que la clave del éxito con todos los módulos de La mente en formación es la conversación que ocurre entre los participantes. Como facilitador, es mi trabajo escuchar las conversaciones y plantear preguntas que están pensadas para provocar y continuar desencadenando la conversación. A medida que las semanas y los módulos progresaron, los participantes se sentían más cómodos unos con los otros y comenzaron a entender las experiencias de cada uno. Cada participante valoró la información que estaban compartiendo y vieron lo importante que era para nosotros correr la voz a través de nuestras avenidas como educadores, padres y miembros de la comunidad.
A lo largo de nuestra travesía, nos convertimos en una comunidad de estudiantes. Crecimos juntos, aprendimos juntos y seguiremos adelante compartiendo el mensaje de La mente en formación con otros; dos de nuestros miembros de la cohorte pasaron a convertirse en facilitadores de La mente en formación.