Recientemente, tuve la oportunidad de pasar parte de mi día compartiendo información sobre la Campaña para la Lectura a Nivel de Grado del Suncoast (SCGLR) con familias inmigrantes y ESOL en el Evento Multi-Cultural de Familias en las Escuelas del condado de Sarasota (ESOL = Inglés como segunda lengua).
Se presentaron funciones hermosas y las mesas estaban decoradas con manteles rojos y púrpura. Las plantas de vegetales le dieron un toque acogedor al evento, un ambiente orgánico y recordándome de mi país de origen, Colombia.
Mientras escuchaba la reunión, lo cual incluía a los padres votando en quién iba a ser líder de la organización Latina de padres en la escuela el próximo año, no pude evitar sentir admiración por todos los padres que participaban. Cada uno formaba una parte esencial en su escuela al estar involucrados y mostrar interés en las actividades de los niños.
Valoré la oportunidad de conectar con las familias al acabarse la reunión. Una conversación me causó gran impacto. Una madre llegó a nuestra mesa y preguntó por información sobre SCGLR. Yo le compartí los materiales y le afirmé la importancia que los niños lean a nivel escolar terminando el tercer grado.
Ella se emocionó mucho. Me pidió el favor de que le repitiera lo que había compartido con ella a su hijo menor. Ella explicó que a su hijo menor no le gusta leer en comparación de su hijo mayor que leía todo el tiempo en su casa. Recibí esa oportunidad con gusto.
Ella fue donde él a traerlo, y mientras caminaban a la mesa, yo me agaché para estar a el mismo nivel visual del niño de 8 años e hice contacto visual con él. Yo sabía que era importante primero hacer una conexión antes de empezar hablarle sobre lectura. Me presenté, y le pregunté qué quería ser cuando fuera mayor. Él dijo que no sabía todavía. Su mamá inmediatamente agregó que debía ser un dentista así podía hacer mucho dinero. Todos disfrutamos de su buen sentido del humor, y él sonrío mientras la miraba.
Luego le dije, “Pues, sea lo que sea que quieras ser, un dentista, un doctor, un abogado, un artista, o cualquier otra cosa… para ser bueno en esas profesiones, necesitas saber leer bien.” Hablamos sobre la importancia de leer y lo fácil que seria si lo practicaba todos los días. El se quedó callado hasta que le dijo a su mamá, “Y tú que mamá?” Yo sabia que se refería a los hábitos de lectura de la madre. De su tono, pude entender que su mamá no le dedicaba tiempo a la lectura. Su madre respondió “Yo soy la que te está criando así que no me apuntes a mí.” Dulcemente sugerí que la lectura es importante para todos.
Cuando ellos se fueron, reflexioné sobre la importancia de los padres dando un buen ejemplo leyendo. La información respalda esta sugerencia: de acuerdo con Scholastic, los cuatro indicadores mas poderosos de la frecuencia de lectura de los niños entre edades 6-17 es una gran creencia de que la lectura como diversión es importante; disfrutando la lectura de verdad; teniendo padres que están comprometidos e involucrados a leer con sus hijos; y teniendo padres que leen frecuentemente.
Los padres y cuidadores son los primeros maestros de los niños. Cuando le leemos a nuestros hijos, y si ellos nos ven leyendo por placer, da un ejemplo positivo. Un niño sigue, hasta un punto, lo que el padre hace. Si un padre le pide algo a su hijo, ellos puede que tengan mejores resultados y ya le están dando un buen ejemplo.
Así que todos, a leer…dirijamos esta generación al éxito!