Nota del editor: Jennifer Kahler es la vice directora de Glenallen Elementary y facilitadora de La mente en formación.
Como padres y educadores, uno de nuestros muchos objetivos para nuestros niños es criar y educar adultos inteligentes, capaces y fuertes. Hablando desde la experiencia personal, así como de aquellas experiencias compartidas por los participantes del Team Horizon (“Equipo horizonte”), uno de nuestros mayores desafíos es luchar contra el impulso de llegar con el “rescate” cuando nuestros hijos están teniendo problemas. Con las mejores y más cariñosas intenciones, a menudo nos encontramos a nosotros mismos querido ayudar, queriendo arreglar, queriendo resolver los problemas a los que se enfrentan nuestros hijos, queriendo facilitarles las cosas. A menudo nos duele verles pasarlo mal dándonos pie a rescatarlos.
“El pensamiento crítico”, dice la autora de La mente en formación, Ellen Galisnky, “es la búsqueda de información válida y fiable, y eso es importante porque la información que tenemos, la forma en la que vemos el mundo, guía no solo lo que pensamos, sino lo que hacemos”.
Colectivamente, nuestra cohorte formuló las siguientes sugerencias para promover el pensamiento crítico que padres, cuidadores y educadores pueden implementar: